En el Ejido La Victoria (Blvd. Enrique Mazón López Km 5 Carretera Hermosillo-Nogales), Hermosillo, la agrupación Saltimbanqui Teatro deleitará con este divertido e irreverente show Caravana de Risas y Chirotadas, a las seis de la tarde (18:00h) en la Plaza Pública La Victoria.
Esta obra es una recopilación de cuadros teatrales, que en forma divertida y ocurrente reflexionan a cerca de las conductas y actividades cotidianas de nuestra sociedad. El resultado es una sucesión de historias para todas las edades, ofreciendo una variedad de personajes y situaciones que además de entretener, ofrecen distintos mensajes sociales. Los diálogos involucrados pertenecen a José Luis Barragán, cronista de Hermosillo; Alejandro Licona, reconocido dramaturgo mexicano; y otros textos que hemos recogido de aquí y de allá, y plantean una realidad cotidiana llevada hasta los extremos de la fantasía crítica.
Los actores mantienen una constante interacción con el público que logra visualizar los distintos escenarios a través de la imaginación, porque en el mundo del teatro todo se puede lograr con la mente dispuesta a ser guiada por el corazón. En cada función se representan 4 cuadros que son seleccionados dependiendo del tipo de público asistente, los cuales se toman del siguiente repertorio:
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El Hombre que Perdió la Risa.
Narra la extraña historia de un individuo que no sabe en que momento ni de qué manera perdió la capacidad de reír. Lo cierto es que ha intentado recuperar su risa de mil maneras sin alcanzar el éxito. Hasta que de pronto un día, escuchó hablar sobre un país lejano llamado “Humora”, cuyo rey es un mago que puede regresarle su risa a cualquiera que la haya perdido. Ahora el desdichado hombre está decidido a recuperarla, sin importar lo lejos que tenga que viajar, ni a cuantos payasos deba enfrentar para hacerlo.
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Me quieres a pesar de lo que dices.
Es una historia muy común en nuestra sociedad, donde un marido llega a su casa después de una buena parranda. No es la primera vez y su esposa esta furiosa, empacando sus cosas para irse de la casa, y por si fuera poco, a él todavía no se le termina la borrachera. Sin embargo, el tiene un arma secreta: es un gran orador y político de profesión, así que después de hacer circo, maroma y teatro, acaba por convencer a su señora quien termina arrepentida y pidiendo perdón.
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El Sindiente.
Crónica urbana que cuenta la historia de un pobre hombre que por fin encontró trabajo de guardia, en el estacionamiento de una escuela de ricos. Su esposa que es toda una “leona” no confía en el porque es un “inútil”; pero nuestro héroe, el Sindiente está dispuesto a probar lo contrario. Lo que él no sabe es que en esta historia no ganan los buenos.
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El chocolate.
Dos amigos se encuentran tras algún tiempo de no verse. Positivo está muy contento por que con el dinero que juntó trabajando muy duro, ha logrado comprar un chocolate y anda contando su hazaña por doquier. Ya está listo para disfrutarlo; pero Negativo también quiere comer chocolate; sólo que él no ha trabajado. Por lo tanto no tiene derecho a comer, aclara Positivo, obligando a su “amigo” a utilizar todo su ingenio para lograr agandallarle el fruto de su trabajo.
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La Chumina.
Un merolico presenta al público asistente, el increíble espectáculo de su pulga acróbata. Que nadie puede ver; pero después de platicar sobre el teatro, el cuento de “El Traje del Rey” y revelar el secreto de la fórmula para desenajenarse, estamos seguros de que todos podrán disfrutar y ser testigos de las asombrosas piruetas acrobáticas de la “chumina”.
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El Candidato.
Crónica urbana que se desarrolla en una colonia muy humilde, hasta donde llega un censador del INEGI, y entrevista a una amable señora que resulta ser esposa de un posible candidato; pero candidato a vivir en las Islas Marías, porqué está preso desde hace algunos años.
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Prueba de Amor.
Es una divertida y pícara historia de dos enamorados: María Encarnación, indita del sur y su prometido, Ramón Francisco, chero norteño. Cada uno quiere algo del otro y esto crea una confusión de entendimiento muy divertida para el público, que al puro estilo del teatro de carpa; nos deja un mensaje de superación personal.
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El ejemplo.
Una familia común y corrienteo más corriente que común, nos sirve de ejemplo para mostrarnos lo que no debemos de hacer al tratar de educar a los hijos, pues normalmente decimos una cosa y hacemos otra muy distinta. Por eso esta ingeniosa mini obra cotidiana resulta muy gustada y controvertida, debido a que más de cuatro espectadores se identificarán con las situaciones, los personajes o la canción que asegura que “el ejemplo quedará”.
Este espectáculo no requiere escenografía, ni iluminación especial, ni música, sólo un público dispuesto a pasarse un rato agradable y divertido. Quieran o no.
NOTA: En caso de contar con sillas para los espectadores, resulta mejor, sobre todo si la presentación pasa de la hora.
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